A menudo, durante las primeras semanas de gestación,
las embarazadas se preguntan cómo afectará a su vida el proceso que están a
punto de atravesar. Es evidente que la normalidad con que se desempeña el
trabajo, las tareas domésticas o la movilidad quedará afectada a medida que el
embarazo avance. Eso no quiere decir que las mujeres deban renunciar a su
rutina o autonomía durante nueve meses. Sobre la conducción no existe ninguna
contraindicación específica, aunque cada embarazo es distinto y siempre se debe
consultar al especialista, En líneas generales, pero, si se adoptan las
precauciones necesarias y se siguen los consejos correctos cualquier
mujer embarazada puede conducir con normalidad durante todo el periodo
de gestación.
·
Precaución durante el primer trimestre: Este
es uno de los periodos más complicados para la conducción puesto que, aunque el
cuerpo de la mujer todavía no ha sufrido cambios significativos, el riesgo
de aborto espontáneo tras una colisión es muy elevado.
·
El segundo trimestre es el más seguro: El
mejor periodo para la conducción es entre las semanas 18 y 24 aunque la
comodidad de las conductoras se verá afectada a medida que avance la gestación
y se aceleren los cambios corporales.
·
El tercer trimestre es el más incómodo: Durante
la etapa final del embarazo el organismo de la mujer ya ha experimentado una
gran transformación. El tamaño del abdomen y la hinchazón en los miembros que
muchas embarazadas experimentan son el principal inconveniente para desempeñar
una conducción cómoda, puesto que dificultan el control del volante o de los
pedales. Así, es muy importante ajustar correctamente la posición del asiento
para conseguir el máximo confort. Además, a partir de la semana 30 se
aconseja que la embarazada viaje como acompañante siempre que sea
posible en los asientos traseros, más amplios y cómodos
·
Las embarazadas pueden y deben usar el
airbag: El airbag no debe desactivarse durante el
periodo de gestación. En cambio, se debe regular la distancia del asiento
respecto al volante o salpicadero del vehículo entre 20 y 25 cm para reducir el
riesgo de colisión.
·
La importancia de colocar el cinturón
correctamente: Uno de los principales puntos a
tener en cuenta para realizar una conducción segura durante el embarazo es la
colocación del cinturón de seguridad. Para hacerlo correctamente se debe poner
la banda pectoral entre los senos y la banda pélvica sobre los muslos a la
altura de las ingles, evitando que se desplace hacia el abdomen para impedir
daños al bebe en caso de frenazo o colisión.
·
Después de una colisión: En
caso de colisión o accidente, por pequeño que sea, se debe visitar siempre al
especialista para asegurarse de que no hay daños internos.
·
Vigilar los trastornos derivados del
embarazo: Algunas embarazadas sufren trastornos físicos derivados
de su estado, como cambios en el nivel de azúcar de la sangre, modificaciones
en la tensión arterial, alteración de la visión o manifestaciones
circulatorias. Estás alteraciones pueden mermar la capacidad de conducción.
·
Evitar los desplazamientos largos: Durante
el embarazo es aconsejable evitar realizar viajes muy largos. En caso de
hacerlo, es recomendable parar de forma regular para estirar las piernas y
activar la circulación.
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